LA PROMESA DEL ÁCIDO URSÓLICO.


El ácido ursólico se ha hecho protagonista en los últimos años, a raíz de los estudios llevados a cabo por los investigadores de varias universidades, que han declarado su potencial efecto beneficioso sobre algunas dolencias que aquejan a muchas personas, como son la obesidad y el sobrepeso y las distrofias musculares de personas largo tiempo postradas en cama. Aunque estos estudios han demostrado la eficacia del ácido ursólico en ratones, y hace falta más estudios que demuestren claramente su acción en humanos, el ácido ursólico se presenta como una esperanzadora promesa en el tratamiento de estas afecciones tan a la orden del día.
Por otro lado, debido a sus muchas propiedades, el ácido ursólico es un componente más, elegido para la composición de productos cosméticos antienvejecimiento, sobre todo para la flacidez y como antiinflamatorio.


PROPIEDADES:
Se ha encontrado que tiene varios efectos biológicos como sedación, antiinflamatorio, antimicrobiano, antifúngico, antidiabético, antiulceroso, anticancerígeno. 
Así mismo, se ha descubierto que puede ayudar a bajar de peso y fortalecer los músculos.

FUENTES NATURALES:
El ácido ursólico y sus derivados se encuentran en varias especies vegetales, principalmente de la familia de las labiadas. 



Y también, lo encontramos en la cáscara de algunas frutas como manzanas, peras, ciruelas y arándanos; además de en la cera protectora de las algas marinas.

Además, en la industria cosmética se obtiene mediante síntesis química.

Plantas donde encontramos Ácido Ursólico:

Vincapervinca ( hierba doncella), Lavanda, Saúco, Menta, Romero, Basílica, Orégano, Tomillo,  Salvia, Harpagofito, Espino, Mirtilo y Laurel cerezo.

INDICACIONES:


Como antienvejecimiento:

 El ácido ursólico se incluye en cosméticos para pieles fotoenvejecidas y con problemas de flacidez. 
Tanto éste como sus derivados, mejoran y refuerzan el colágeno cutáneo, tienen una acción inhibidora de la elastasa, produciendo una mayor elasticidad de la piel y un mejor aspecto de las arrugas; y mejora la cohesión  entre la dermis y epidermis. Al mismo, tiempo mejora el aspecto de las manchas. 
La concentración de uso cosmético oscila entre 0,05 y 0,20%. 

Como antiinflamatorio:

El ácido ursólico está presente en la formulación de algunos cosméticos aftersun, calmantes, etc, por su propiedad antiinflamatoria demostrada.

Como antiobesidad:

En nuestro cuerpo existen diferentes tipos de grasa. 
Generalmente todos hablamos de grasa refiriéndonos a la grasa blanca que actúa como depósito de reserva.
Cuando se almacena en exceso, por una ingesta calórica excesiva o una falta de ejercicio que compense el exceso con gasto energético, nos genera el sobrepeso y nos cambia la silueta.
Pero también existe el tejido adiposo beige y el marrón o pardo.

El tejido adiposo blanco almacena grasa que asegura el abastecimiento energético de los distintos órganos.
La energía química de los alimentos es captada por los adipocitos de grasa blanca para producir la molécula química de ATP en las mitocondrias celulares, para llevar a cabo los diferentes procesos bioquímicos en la célula para la vida.
En el caso de los adipocitos de grasa parda o marrón, su principal función no es esa, sino quemar los nutrientes e irradiar,como un horno, el calor para mantener la temperatura del cuerpo cuando las condiciones ambientales bajan; ya que, su mayor cantidad de mitocondrias tienen la capacidad de desacoplarse de la producción de ATP.

La grasa parda, además de en la lucha contra la obesidad, también podría servir en la prevención de la diabetes, pues actúa significativamente en el metabolismo, tanto de los triglicéridos, como de la glucosa que circulan por la sangre, al convertirlos en energía.

Hasta hace poco se pensaba que la grasa marrón o parda era solamente típica de los bebés y niños muy pequeños, pero ahora se sabe que también la tienen los adultos en pequeñas cantidades, principalmente en el cuello y entre los omoplatos y que se activa en circunstancias de bajada de temperatura ambiente.



Los estudios han dado evidencia de que cuanto más obesa es la persona, menos cantidad de grasa parda posee. 
O dicho de otro modo, las personas delgadas están más delgadas porque la poseen en mayor cantidad que las obesas. Es decir, que se mantienen más delgados gracias a que su grasa parda ayuda a quemar más energía y los depósitos de grasa blanca se reducen.

Según los investigadores, bastan 63 gramos de grasa parda para quemar una cantidad equivalente a 4,1 kilos de grasa, en el transcurso de un año en un adulto.

Parece ser que la grasa parda está más presente en hombres que en mujeres y se evidencia menos con la edad.
Este hecho, hace que se busquen vías alternativas de generar el proceso de termogénesis que realiza la preciada y exigua grasa parda.

En Alemania, en el German Research Center, descubrieron que las prostaglandinas pueden convertir grasa blanca en grasa "beige", con propiedades termogénicas intermedias, pero parecidas a la grasa parda.

El ácido ursólico ha demostrado un incremento de la grasa marrón en un estudio realizado en la Universidad de Iowa y dirigido por el doctor Christopher Adams, y llevado a cabo sobre ratones.
Además, el ácido ursólico incrementó la masa muscular, que junto a la grasa marrón, constituye un fantástico quemador de calorías.
La grasa parda o marrón tiene la capacidad de quemar calorías y reducir los depósitos de grasa blanca.

Sea creando grasa beige, a partir de la grasa blanca por acción de las prostaglandinas; o grasa parda, a través del ácido ursólico, nos encontramos con dos posibilidades para prevenir o curar la obesidad, una pandemia en nuestros días. Y que deja un prometedor campo de investigación.

Sabemos que la grasa beige tienen la capacidad de quemar calorías, y lo interesante de estas grasas beige es que son fáciles de activar por medio de una hormona llamada Irisina que aumenta al realizar deporte, puesto que el ejercicio induce la producción por el músculo de esta hormona.
La Irisina tiene la capacidad de desarrollar la grasa beige en los depósitos de grasa blanca.


Hasta ahora las maneras de aumentar la quema de grasa era a través de la práctica de ejercicio físico o con la reducción de la ingesta calórica en la dieta. 
Cualquiera de las dos, realizadas con mucho esfuerzo por parte del individuo.
Pero, de momento, no hay atajos en este sentido, porque si uno quiere tener irisina, debe hacer ejercicio. 

Todavía no se sabe si esta hormona se puede sintetizar, por qué vía habría que suministrarla, ni cuánto tiempo mantendría su efecto.
Queda mucho trecho en investigación para darle una aplicación terapéutica.

Según una investigación dirigida por Ahmad Agil en la universidad de Granada, otra vía de incremento de la grasa parda es la Melatonina.



La función de la melatonina es la regulación de los ciclos del sueño y que viene influido por las fluctuaciones del ciclo de luz diario.
Por lo tanto, uno de los consejos para mantener la cantidad de grasa parda sería respetar los horarios de sueño nocturno.

Después de conocer las conclusiones a las que han llegado los distintos investigadores parece que el incremento de grasa beige o parda es interesante para la lucha contra la obesidad y por ello, el ácido ursólico, dicen los científicos, podría ser una de las vías para aumentar la grasa parda.

Como efectos beneficiosos sobre la musculatura:

Se sigue investigando para confirmar los resultados también en humanos. 
Si se comprueba el mismo efecto que en ratones de laboratorio, el ácido ursólico sería un tratamiento aplicable en los enfermos que padecen de distrofia muscular por estar mucho tiempo en los hospitales o postrados en la cama.



Este efecto también ha llamado la atención de los deportistas y culturistas que requieren de una gran masa muscular.
El tiempo nos dejará ver hasta dónde  pueden llegar con la administración del ácido ursólico.


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